martes, 28 de febrero de 2012

Aquello que buscabas

Desde aquel día de febrero hubo hueco en mi interior, pude ver como mi cuerpo se convertía en un caparazón y mis ojos en espejos que solo querían tu reflejo. Todo lo que antes tuvo color pareció desaparecer y mis brazos viajaron por el mundo buscando tu abrazo. Mi sonrisa se marchitó y mis piernas fueron ruedas que solo rodaban a tu antojo.
Intenté liberarme de la cuerda por la que tirabas, convertir la madera de nuevo en mi cuerpo y soñar con aquella sonrisa que perdí... pero seguía pensando que te pertenecía. Pensamientos que no valían, que eran tan falsos como tu comportamiento. Mis ojos dejaron de buscar tu reflejo y por un momento pude verme visualizados en ellos.
Tiré de la cuerda hasta romperla y mis brazos volvieron sin aquello que buscaban.... y que ya no necesitaban.

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